Mermelada de ciruelas rojas
Con esta mermelada casera de ciruelas rojas, ya vamos diciendo adiós al verano. Con él, a las frutas y verduras de ésta temporada, que además de estar riquísimas, nos han proporcionado nutrientes y hemos disfrutado de su sabor y textura.
Y ahora, a esperar al próximo año….
Pero todavía nos queda ese coletazo de calorcito del final del verano y el veranillo de San Miguel, y recopilando las últimas variedades de estas frutas en el mercado, he visto unas ciruelas que tenían una pinta exquisita. Maduras y con un color que invitaban a comérselas ahí mismo.
Hemos comido ciruelas, y además han sobrado como para hacer mermelada. Así que hemos preparado esta deliciosa mermelada que como podéis ver, ha quedado con un color y textura increíble, y de sabor, más que deliciosa. Con apenas unos poquitos ingredientes, tenemos mermelada para unos días.
Así que aquí os comparto la receta, esperando que os guste y que os animéis a prepararla, porque no hay nada como saber lo que uno come, y de la manera más sana y natural.
Si te gusta la receta, déjanos un comentario, puntúa nuestro plato o etiquétanos en Instagram como #verdeoliviavegana. Nos encanta saber de ti. Si tienes cualquier duda, opinión o sugerencia que hacernos, estaremos encantados de contestarte e intentar ayudarte en lo que podamos.
¿Vamos con los ingredientes?
Mermelada de ciruelas rojas
Preparación
5 min
Tiempo de cocción
12 min
Porciones
1 frasco pequeño
Ingredientes
- 1/2 kg. de ciruelas rojas maduras
- 1 cucharada de zumo de limón exprimido
- 200 gr. de azúcar (yo he usado de caña) o edulcorante
- 1 cucharadita de agar-agar (en caso de que uses edulcorante)
Método
Lava y corta las ciruelas por la mitad. Quítales el hueso. Córtalas en cubitos y mételas en un cazo junto con el azúcar o edulcorante y el zumo de limón.
Cuece a fuego medio-bajo durante unos 12 minutos, removiendo con una cuchara de madera.
Si usas edulcorante, disuelve 1 cucharadita de agar-agar en 2 cucharadas de agua templada y añádelo al cazo. Cocina por otros 5 minutos, hasta que el exceso de agua se haya evaporado. Deja que temple y pásalo a un frasco esterilizado.
Conserva en la nevera unos cuantos días. ¡Listo!