Pasta vegana con col romaresco
Hoy vamos a preparar pasta vegana con col romaresco. Hace tiempo que llevo queriendo comprar esta col, pero cuando la veía pensaba qué sería eso y cómo se prepararía. El otro día la vi en el mercado. Era tan bonita y perfecta que no me pude resistir y la compré. Empecé a informarme sobre ella en internet y me documenté antes de preparar la receta, pues no quería desperdiciarla. Quería que quedara rica pero, aunque sabía que tenía que tener un sabor muy agradable, tenía que probarlo por mí misma.
Esta verdura es que es un híbrido de brócoli y coliflor, que fue documentada por primera vez en Italia en el S.XVI como “broccolo romanesco” y que como el resto de las coles es rica en vitamina C, fibra soluble y carotenoides. Se me ocurrió que la mejor forma de probarlo sería en una buena pasta como son los casarecce, que son mis favoritos,, aunque cualquier pasta corta le va genial.
Y os contaré que no me defraudó, sino más bien todo lo contrario. Su sabor :
- Fino
- Elegante
- Suave
- Cremoso
Es como comer brócoli y coliflor en la misma col. Más suave que la coliflor pero con el ligero sabor que diferencia al brócoli. Realmente rico.
Si te gusta la receta déjanos un comentario contándonos cualquier duda que te surja o cualquier opinión al respecto.
¡Vamos a por ello!
Pasta vegana con col romaresco
Preparación
10 min
Tiempo de cocción
15 min
Porciones
3 personas
Ingredientes
- 300 g de casarecce o vuestra pasta favorita
- 1 romanesco
- 3 ajos
- 1 guindilla roja fresca
- una cucharada de piñones
- 2 cucharadas de concentrado de tomate
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta
Método para preparar pasta vegana con col romaresco
Ponemos una olla con agua al fuego. Lavamos bien nuestro romanesco y le separamos las flores despojándolas del tronco. Cuando el agua rompa a hervir le añadimos una cucharadita de sal. Ponemos en la olla la col ya cortada y hervimos unos minutos hasta que quede muy al dente (lo suficientemente blanda para comer y consistente como para que no se deshaga en la sartén). Yo la tuve unos 5-6 minutos más o menos. Una vez que la tengamos en su punto, la sacamos de la olla con una espumadera reservando el agua de la cocción del romanesco para la pasta.
En un wok o sartén grande calentamos 4 cucharadas de aceite y le añadimos los 3 ajos con la piel un poco machacados con el cuchillo, para que queden abiertos y suelten más sabor. Los doramos bien a fuego medio-bajo unos 5 minutos y los retiramos (solo queremos su aroma). Añadimos la guindilla cortada en trozos no muy finos y los piñones que previamente hemos tostado en una plancha un minutito por cada lado a fuego bajo.
Cortamos ahora las flores más grandes por la mitad y las ponemos en la sartén con nuestro aceite bien caliente. Dejamos que se doren y añadimos el resto de la col. Añadimos el tomate concentrado y removemos. Rectificamos de sal y pimienta.
Añadimos la pasta a la olla con el agua hirviendo del romanesco (puedes añadir más agua corriente si se ha evaporado un poco). Cocinamos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. Cogemos ahora un poco de agua de cocción (1/4 de vaso más o menos) y la añadimos a la sartén con nuestro romanesco, así quedará más jugoso.
Cuando la pasta esté casi lista (muy al dente) la vamos a incorporar a la sartén y a fuego medio vamos a mezclar bien con delicadeza hasta que todos los ingredientes estén bien integrados . Podéis añadir un poquito más de aceite y más agua para que quede más jugosa si os gusta más así, yo siempre digo que sobre gustos no hay nada escrito. Listo, a disfrutar de una col diferente y tan rica que estoy segura que vais a repetir una y otra vez
¡Qué aproveche!