Seitán casero
Llevo mucho tiempo queriendo hacer seitán, he buscado mucha información al respecto y finalmente, después de probar y ver que es más que digno de compartir con vosotras y vosotros, me decido a colgar la receta, ya que no hay duda de que es mucho más sano, rico y económico que el comprado.
Este seitán es perfecto, porque es suave y a la vez consistente. Con él, pienso preparar platos como Kebabs veganos, nuggets, o comerlo a la plancha con una buena salsa a la pimienta, vegana, por supuesto.
En esta receta es importante respetar las cantidades y los tiempos. No es para nada complicado y apenas laborioso, así que no te asustes que seguro que te va a quedar. ¡Un seitán riquísimo!
A la hora de cocer el seitán en el caldo, piensa que cuanto más sabroso esté el caldo, más rico saldrá el seitán, ya que absorbe el líquido. Yo he añadido al caldo, además de otros ingredientes, humo líquido, que se puede conseguir fácilmente en internet, pero si no tenéis, no pasa nada, podéis usar salsa de soja o salsa Tamari, así además, le dará color a la masa. Podéis usar algún alga tipo nori, que le dará un sabor muy particular. Yo recomiendo un caldo casero, pero si no tenéis, podéis usar la tradicional pastilla o caldo líquido del súper.
Cuando el seitán esté ya hecho, no tires el caldo. Puedes hacer una salsa de esas que los ingleses le echan a todo (gravy), jejeje y que está riquísima! O cualquier salsa que preparemos para el seitán, quedará más sabrosa con el caldo sobrante.
La harina de garbanzos la podéis sustituir por harina de trigo integral, harina de soja, de espelta…
Pero…. ¿Qué es el seitán?
Bueno, pues el seitán es simplemente el gluten del trigo. No es apto para celiacos, pero si no tienes intolerancia al gluten, no tendrás ningún problema a la hora de consumirlo.
El gluten es lo que le da esa elasticidad a la masa, y es lo que hará que nuestro seitán esté elástico como si fuera un filete de carne.
Aunque he probado a hacer seitán solo con gluten, la textura ha resultado un tanto dura, así que he decidido cortarlo con otro tipo de harina, en este caso de garbanzos, y el resultado ha sido espectacular.
Si ves que al amasar el seitán queda muy pegajoso, añade un poco más de harina, y si por el contrario ves que está muy duro, añade más agua, pues la cantidad de agua dependerá del tipo de harina con el que cortes el gluten, ya que hay harinas que absorben más agua que otras.
Una vez cocinado ya está listo para comer. Puedes guardarlo en la nevera en un recipiente hermético por unos 2-3 días. Puedes congelarlo, aunque yo recomiendo no hacerlo pues pierde un poco la textura, aunque sigue estando muy rico. Y el caldo también nos servirá para dar sabor a salsas que hagas, pues queda muy sabroso.
Puedes comerlo de mil maneras, a la plancha, en guiso, en kebab, fajitas y tacos, salteado con verduras, empanado, marinado…. En fin, como a ti se te ocurra!
Y después de estos consejos, os dejo la receta y como siempre os digo, cualquier duda o comentario que queráis hacernos, aquí los esperamos, y si quieres, también puedes compartir la foto y contarnos cómo ha ido la receta.
Seitán casero
Preparación
15 min
Tiempo de cocción
1 hora
Porciones
4 personas
Ingredientes
Para la masa
- 120 gr. de gluten
- 35 gr. de harina de garbanzos
- 250 ml. de agua
Para el caldo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 ¼ l. de caldo vegetal
- 2 cucharadas soperas de sirope de ágave
- 80 ml. de salsa de soja
- 2 cucharadas de humo líquido (opcional)
- 2 cucharadas de pimentón dulce ahumado
- 1 cucharada de tomillo o romero seco
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de cebolla en polvo
- 1 cucharadita de pimienta en grano
Método
En un bol, mezcla el gluten y la harina. Añade el agua. Colócala sobre una superficie enharinada y amasa durante 4-5 minutos. Déjala reposar unos minutos.
Mientras tanto, en una olla grande, vierte el aceite y calienta a fuego bajito. Cuando esté caliente, añade el tomillo y remueve para que no se queme. Añade el ajo, la cebolla y la pimienta.
Añade el vino y sigue removiendo durante un minuto. Agrega el humo líquido y la salsa de soja, y por último, el caldo. Sube el fuego y llévalo a ebullición.
Cuando hierva, baja el fuego y añade la masa. Puedes darle forma si quieres y si no te queda perfecta no te preocupes, luego la cortaremos para hacer distintas recetas con ella. Cocina la masa durante una hora, sin tapar y vigilando que esté a baja temperatura y no se seque. Si ves que se evapora mucho caldo, échale más, y mejor si está caliente para que no rompa la cocción.
Cuando esté listo, retira del fuego y deja que se enfríe dentro de la olla con el caldo. Cuando temple, puedes cortarlo en trozos más pequeños y usarlo inmediatamente o conservar en la nevera unos días. Si crees que no lo vas a utilizar todo, puedes congelarlo sin problemas.
¡Qué aproveche!!